“ Misión
del bibliotecario” fue el discurso
inaugural que José Ortega y Gasset leyó en el Segundo Congreso Internacional de
Bibliotecarios de la International Federation of Library Associations and
Institutions (IFLA), en el paraninfo de la Universidad de Madrid, el 20 de mayo
de 1935.
En Misión
del bibliotecario (1935) sitúa lúcidamente la misión personal y profesional del
bibliotecario y nos ofrece un recorrido histórico y crítico sobre los orígenes
y el desarrollo del libro, las bibliotecas y la vocación profesional
bibliotecaria.
Con gran
visión de futuro, Ortega y Gasset supo entender los problemas a los que se
enfrentaría, cada día con más urgencia, el bibliotecario en su misión y en sus
tareas. “Hasta ahora _decía el filósofo
y escritor español_ el bibliotecario se ha ocupado principalmente del libro
como cosa, como objeto material, “desde hoy tendrá que atender al libro como
función viviente”.
Anunciaba:
“Tendrá el bibliotecario del porvenir que dirigir al lector no especializado
por la selva selvaggia de los libros y ser el médico, el higienista de sus
lecturas”.
Con gran
discernimiento, el ensayista señaló que
“no sólo hay ya demasiados libros, sino que constantemente se producen en
abundancia torrencial” y que “muchos de ellos son inútiles o estúpidos,
constituyendo su presencia y conservación un lastre para la humanidad, que va
de sobra encorvada bajo sus otras cargas”.
Por todo
ello, Ortega y Gasset recomendaba como una de las misiones esenciales del
bibliotecario la que tenía que ver con la organización y reglamentación de la
biblioteca y, en un sentido más amplio, con la organización misma de la
producción, control y conocimiento del libro.
Dicho hace
más de setenta años, lo que hoy es una exigencia imperativa cuando no una
realidad en la profesión bibliotecaria, lo que asienta entonces Ortega y Gasset
cobra ahora, y más que nunca, su carácter pionero y visionario.
Visión que
está presente en los programas educativos de Educación Superior de la
Universidad de Guadalajara, extendiendo su cobertura en las modalidades de educación a distancia y su Sistema de
Educación Virtual, y reestructurando , a
partir del semestre 2013-B, el programa
curricular de Licenciatura en Bibliotecología, a Licenciatura en
Bibliotecología y Gestión del Conocimiento, donde se manifiesta una evolución
del concepto del profesional de la
información y su perfil de egreso, acordes
con "la atención del libro como función viviente" y con "no solo hay demasiados libros, sino
que ... se producen en abundancia torrencial..." con lo que se contribuye a una formación
personal y profesional de los futuros bibliotecólogos de una forma integral y
plenamente actualizada.
Esto se ha proyectado,
desde mi punto de vista, complementando
la carga curricular con el Concepto de
Gestión del Conocimiento e incluyendo explícitamente las materias
de Alfabetización Informativa, Fomento a la Lectura, Gestión de
Comunidades e innovación, entre otras. Bien por la UDG